LOS CONSEJOS DE sweeek
Los profesionales del sector de la hostelería (bares y restaurantes) usan estufas de exterior cuando hace frío, para que sus clientes puedan seguir disfrutando de sus terrazas. Viene siendo como alargar el verano, un auténtico lujo poder tomarse una copa de vino o un té, relajado en la terraza o el jardín, durante todo el año. Nuestras estufas de exterior están hechas con materiales de calidad y tienen suficiente potencia para proporcionar calor inmediato. En sweeek, tenemos diferentes modelos de estufas que se ajustarán perfectamente a tus necesidades.
¿QUÉ ESTUFA ELEGIR?
LA ESTUFA DE GAS
Antes de elegir una estufa de gas, hay que pensarlo bien, pues tienden a ser un poco más caras que las demás estufas de exterior. Además, hay que tener en cuenta que al estar conectadas a una bombona de gas, no se pueden mover fácilmente como una estufa eléctrica. Sin embargo, su vida útil es más larga. La estufa de gas funciona con una bombona de gas, que se encuentra en la base del aparato y es fácil de encender, tan solo hay que presionar el botón de encendido. El peso de la estufa varía entre 10 y 30 kg en función del modelo. Como cualquier producto que genere calor, hay que ser prudente usándolo. Desaconsejamos por ejemplo, utilizarlo dentro de casa o en un balcón muy pequeño dada la emisión de CO2. Por tanto, esta estufa de gas resulta perfecta para utilizarla en el jardín en un balcón mediano o en una terraza. Además, comparada con las estufas eléctricas, la estufa de gas es más potente.
LA ESTUFA ELÉCTRICA
La estufa eléctrica es similar a un radiador eléctrico de exterior. No desprende olor, es silenciosa, más ecológica y se puede utilizar dentro de casa. Este tipo de estufa también se puede utilizar en pequeños balcones o terrazas ya que no hay emisiones de CO2. Sin embargo tiene menos potencia que la estufa de gas.
EL MANTENIMIENTO DE UNA ESTUFA DE EXTERIOR
El mantenimiento de la estufa exterior es muy fácil, sea cual sea el modelo. Antes de limpiarlo, tienes que asegurarte de que el aparato está apagado. Lo puedes limpiar con un paño y un poco de vinagre blanco. No olvides de echarle un ojo a los quemadores para asegurarte de que no están dañados. Por último, a la hora de almacenarlo, lo ideal es cubrirlo con una funda protectora.